Cada vez más empresas y agentes del conocimiento de la Comunitat Valenciana innovan en nuevas formas de producir, transformar y gestionar recursos y residuos. Esta tendencia ha de ser aprovechada por el resto del tejido productivo para avanzar hacia un modelo económico menos lineal y más circular.
El 37,7% de la industria de la Comunitat Valenciana está afectada directamente por nuevas demandas de reciclado y circularidad (textil, calzado, industria del juguete, industria de materiales y el sector de los envases, entre otros), la mayoría pymes, que se enfrentan al reto de asimilar estas prácticas innovadoras. El desarrollo de nuevos materiales y procesos de fabricación más eficientes y sostenibles es un elemento fundamental para aumentar la competitividad empresarial de las empresas.
La bioeconomía es un área de gran potencial en la Comunitat Valenciana y debe aprovecharse como herramienta de crecimiento para los sectores económicos tradicionales. Uno de los principales motivos para el desarrollo de la bioeconomía es contribuir a la mitigación del cambio climático. Incluye el conjunto de todas las actividades económicas relacionadas con la producción, transformación y utilización, directa o indirecta, de recursos de origen biológico. Tradicionalmente englobaba la producción de alimentos, productos forestales, textiles y energía. Sin embargo, con el desarrollo de diferentes tecnologías el número de productos finales derivados han ido creciendo, por la vía de la obtención de extractos o compuestos activos aplicados a la nutrición y la farmacia o la transformación en biocompuestos diversos como podrían ser los bioplásticos o los biocombustibles.
Igualmente, la mejora de la eficiencia energética y la circularidad a través de la innovación en nuevos materiales son los grandes retos en los que ya están trabajando desde todos los sectores y en especial aquellos vinculados al hábitat. Además, se impulsará el potencial de las industrias creativas y del diseño como clave para abordar la economía circular y la innovación.
A su vez, el modelo energético de la Comunitat Valenciana trata de avanzar hacia el futuro a través de una adecuada gestión, optimización e integración de las distintas fuentes de generación, tratando de favorecer el autoconsumo, las energías renovables y la eficiencia y desarrollando nuevos sistemas de almacenamiento.
La Comunitat Valenciana tiene sus propios retos de sostenibilidad relacionados con la gestión y calidad del agua, ámbito en el que se tiene una amplia experiencia y masa crítica de agentes que apuestan por la innovación en cooperación. En este escenario, es necesario apostar por una valorización más eficiente de los residuos de las estaciones depuradoras y potabilizadoras para que pasen de ser generadoras de residuos y huella medioambiental, a productoras de materias primas dotadas de autosuficiencia energética. Se plantea el aprovechamiento de todos los recursos que puedan generarse en el sector agua, además de recuperar y valorizar residuos en el mismo.